martes, 19 de noviembre de 2013

Roma día 2: Vaticano y Trastevere

Estoy aquí de nuevo. Esta vez para continuar con un Estado dentro de otro: El Vaticano.

el vaticano


La visita al Vaticano son dos partes importantes: la Basílica de San Pedro (entrada gratuita) y los Museos Vaticanos (ahí sí te cobran). 

Desde donde nosotros estábamos tuvimos que coger el metro (línea 1 de nuevo) porque de ir andando echábamos toda la mañana y no podía ser. Fuimos hasta la parada de Ottaviano porque es la más cercana a la entrada de los museos.

Para hacer la visita al Vaticano tenéis que planificaros y ver qué queréis hacer. Va a estar lleno de gente, constantemente. Pero tenéis dos opciones: madrugar un poco y entrar relativamente rápido o ir a eso de las 12-13h del medio día, que no tendréis que esperar colas, pero tendréis que ver todo al más rápido.
Depende de vuestra organización para ver más cosas, porque en realidad, el museo cierra a las 18h con lo cual tendríais 2 o 3h para ver todo, y es mucho. Sin embargo, hay zonas que están cerradas y no se pueden visitar así que igual os daría tiempo.

Si os decidís por esta opción, podéis visitar la Basílica antes. Si os decidís por la opción A os recomiendo estar más o menos pronto en la cola. En el dibujo señalé en rojo por dónde empieza y por donde sigue la fila. El museo se abre a las 9h aunque veréis que desde un cuarto de hora antes o así comienzan a entrar grupos que además ya tienen la entrada comprada con antelación.

plano vaticano





















En la misma entrada hay dos posibilidades: los que van con entrada previa o los que la tienen que comprar allí (como nosotros). Para todos son 16€.

Nosotros estábamos sobre las 8,20h y estábamos muy bien situados en la fila. Entramos a las 9 y poco. Porque en cuanto abren las puertas, la cola avanza bastante rápido. Advertiros también de que, mientras estéis esperando, pasarán muchísimos guías que ofrecen visita guiada y pase rápido, es decir, te dicen que no tienes que esperar cola, que vas con un guía y que luego te pasan por la parte de atrás a la Basílica sin esperar. Y te cuesta así como unos 40-45€. ¡Por persona! Realmente, creo que no te merece la pena, pero ahí ya depende de cada uno. Porque dentro te vas a encontrar con la misma gente, y la cola avanza rápido. La única ventaja: que te van contando las cosas. Así que a quien le guste, perfecto.

Una vez dentro podéis ir al ritmo que queráis pero de verdad que hay puntos que son agobiantes. Entra tantísima gente de golpe, tantos grupos...que por muy grandes que sean los pasillos, se quedan pequeños.
Según subís la rampa en espiral (o en ascensor, que tiene asientos forrados y todo) hay unos mostradores y ahí podréis coger un plano donde os indicarán el recorrido y lo que se puede ver.

Hay un patio central, abierto y al que se puede bajar para tomar un poco el sol, comer lo que lleves o, si eres rico, tomarte un algo en su cafetería. 
Y luego son: 

- colecciones de restos arqueológicos: (¡escritura cuneiforme señores/as!)

arcilla escritura cuneiforme

- galerías de estatuas:


galería estatuas


- objetos que todo el mundo desea para su casa, como una bañera para 5:


bañera gigante marmol

- cerámicas y más cerámicas

- nuestro amigo Laocoonte y sus hijos:

estatua laocoonte y sus hijos

- galerías de tapices

- la galería de los mapas: de esta tengo que decir que fue la que más me gustó

galeria cartografica vaticano

- las estancias de Rafael

- los apartamentos Borgia

- la Capilla Sixtina (en la que no se permite hacer fotos):


Y poco más. Ha sido un resumen muy resumido, porque en realidad ahí dentro te puedes tirar fácilmente 3-4 horas y acabas harto de andar a "paso museo", obviamente.
En la Capilla Sixtina no se permite hacer fotos, ni hablar. Y para mí, fue una estafa. De verdad que tienen tan mal organizado lo de la masificación de gente que no se puede disfrutar. Al entrar había un mogollón de gente en el medio y nos hacían circular alrededor. Y pensé: ¿esta es la famosa Capilla Sixtina? ¿De qué? ¿Y la vamos a ver así "entren-pasen-vean-adiooooos"?
Si quieres pararte a verla tienes que meterte en todo el gentío porque tienes que dejar el paso libre, como un camino, para que circule la gente, no puedes pararte en medio según vas andando. Y es inevitable que el tono de la sala se eleve, aun así se pide silencio. Si tengo que ser sincera toda la creación del techo y las paredes era magnifica, si te pones a pensar en el trabajo que llevó y en cómo lo tuvieron que hacer... cómo no te vas a quedar con la boca abierta (a parte de porque estas mirando hacia arriba e irremediablemente se te abre), pero no me llegó. Hacía calor, había empujones, había que hacerse hueco... ¡Y yo no veía al hombre casi tocando a Dios! Fue todo un descubrimiento cuando lo vi ahí en medio.
No me gustaría desilusionaros, solo cuento mi experiencia. Si tenéis la suerte de ir cuando no haya tanta gente, seguramente os guste mucho más que a mí.


Una vez que salimos de los museos nos fuimos a comer: pizza al peso, al estilo perro-flauta sentados en unos escalones enfrente de la pizzería, pero teníamos tanta hambre y tantas ganas de sentarnos que nos dio igual. Y no éramos los únicos.

Y después nos dirigimos a la Plaza de San Pedro, que estaba ocupada hasta la mitad por unas cuantas sillas. 

plaza san pedro

El punto en el que, mirando a las columnas (son 4 filas), se ve solo una, se encuentra entre el obelisco del medio de la plaza y las fuentes. Ese punto está indicado con un disco y mirando desde ahí supuestamente se ve una sola columna y no 4. Nosotros no pudimos comprobarlo porque no podíamos acceder ya que estaban las sillas colocadas. 

Nos sentamos a descansar un poco en los escalones en el lado opuesto de donde está la entrada a la Basílica y, mientras nos tomábamos un café, contemplábamos cómo aumentaba o disminuía la cola para acceder a ella. 
Elegimos el momento perfecto para entrar, porque no tuvimos que esperar más que 2 minutos de cola. Tal cual. Además que pegaba un sol increíble (serían como las 3 de la tarde). Tienes que pasar un control con arcos metálicos y si no vas adecuadamente vestido, no te dejan pasar. Si no te dicen nada, adelante. La entrada, recordad, es gratuita, no así la subida a la cúpula. Pero tras la experiencia del Duomo de Florencia pasé totalmente.

Nada más entrar en la Basílica, a la derecha, tenéis la Piedad de Miguel Ángel. Está protegida por un cristal porque en 1972 un "caballero" totalmente en sus cabales (por supuesto) le rompió la nariz y un brazo a la estatua. Así que ya no se puede ver sin cristal. 

piedad miguel angel vaticano

Esta iglesia me gustó más que el Duomo de Florencia, por dentro. Y me resultaron muy curiosas las tumbas de los papas, a cada cual más majestuosa, más llamativa o más impresionante. Parecía un concurso de "a ver quien la tiene más larga". ¿Cómo? XD. Pero si vais ¡decidme que no es verdad!


basilica san pedro interior

Veréis que hay como unas alcantarillas por el suelo, y en algunas de ellas, si hay luz, se ve que hay sillas colocadas. Puedes echarle mucha imaginación pensando para qué están ahí, hummm.
Yendo por el pasillo central, al lado derecho está la estatua de bronce de San Pedro y es costumbre tocarle o besarle el pie, el que quiera claro, así que veréis que lo tiene desgastado.
Y también podréis contemplar al papa Juan XXIII en un sepulcro de cristal. Hablo literalmente, tienen su cuerpo embalsamado y visible a todo el que se acerque.

Tengo que decir que cuando salimos, había una cola enorme que encima se iba agrandando más, bajo un sol que seguía siendo mortal. Tuvimos una suerte o una intuición, llamadlo como queráis, increíble. 
Y después echamos a andar toda la calle, recto, hasta llegar al Castillo Sant' Angelo. Actualmente es otro museo y creo recordar que la entrada eran 10€, así que no entramos. Pero es muy conocido, quizá por el nombre no, pero sí por la imagen:

castillo sant angelo

Y desde ahí nos fuimos a descansar un rato porque no podíamos más. Nos echamos una siesta de 1h o así, ducha, cambio de ropa y a la calle de nuevo.
Esa noche fuimos dando otro laaaaargo paseo hasta la Isola Tiberina (una isla en medio del río Tiber), que cruzamos para meternos en el barrio del Trastevere. 

trastevere dia

Fuimos a un restaurante llamado Popi-Popi y cenamos rico y barato: un calzzone para compartir (porque era enorme) de jamón serrano, huevo, queso y algo más que no me acuerdo y de postre tarta de queso y nutella...¡sin palabras! Que cosa más buena.
Cuando reposamos un poco fuimos a callejear y descubrimos que es un barrio tipo Huertas pero no tanto de fiesta sino que más "bohemio". Recomiendo un paseo por sus calles, de noche que es cuando hay ambiente, música, terrazas...


trastevere noche

De aquí volvimos visitando plazas, fuentes y monumentos que vimos el primer día, pero de noche y, para variar, acabamos hechos polvo. Sin embargo, merece la pena.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

Me despido por ahora. ¡Hasta la próxima semana!

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