jueves, 28 de noviembre de 2013

Roma día 3: Roma antigua

Y continúo en Roma, hoy ya finalizo hablando de la Roma antigua o clásica.

Dentro de esta parte de la ciudad se encuentra el Capitolio (es una colina en la que se encuentran los Museos Capitolinos), el Coliseo, el Foro y el Palatino, el Foro de Trajano y el Circo Massimo

Todas estas cosas están muy cerca, se concentran en torno a la Via dei Fori Imperiali (Calle del Foro Imperial) y Via di San Gregorio.

plan foro romano

Es la mejor imagen que encontré para intentar situaros.
Consejo antes de comenzar: si es un día soleado llevad gafas de sol, gorro/a o sombrero y si pensáis estar en manga corta o de tirantes... cremita, porque el sol te pega a base de bien. Y tened en cuenta que no vais a estar bajo cubierto a penas nada. Por tanto, si por el contrario hace fresquete o puede llover... chubasquero y ropa de abrigo, porque ya digo que estaréis al aire libre todo el tiempo (salvo si decidís entrar a los Museos Capitolinos).

Nosotros comenzamos la visita en el Coliseo. Fuimos andando, para variar, pero tenéis justo al lado la parada de metro (Colosseo - línea B o azul). La entrada son 12€ por persona, pero es un ticket conjunto para el Coliseo, el Foro y el Palatino. Así que procurad no perderlo ^^

Os aconsejaría ir primero al Coliseo, más o menos pronto, porque las colas para comprar la entrada serán menores que las que tendréis que esperar para comprarla en la entrada del Foro. Por supuesto, también vais a encontraros con muchísimos grupos turísticos, y al ser un espacio limitado, lo notareis. Pero la ventaja es que como estáis al aire libre, la sensación de agobio será menor. 


coliseo exterior

Una vez que os hayáis hecho con la entrada... sois libres de disfrutar del monumento a vuestro gusto y el tiempo que queráis. Preveniros de que vais a ver restos arqueológicos y arquitectónicos. No son museos que estén super decorados y megabonitos. Aquí lo maravilloso es transportarse a la época y en vez de ver solo piedras, imaginar que entre esos pilares subía una rampa de la que se levantaba una trampilla en la arena por la que salía una bestia a la que se tenía que enfrentar un gladiador, o dos, o varios... Y entonces es cuando te quedas callado y piensas: "hoy nos entretenemos con un aplicación de un dispositivo móvil que funciona con pila, hace mil años se entretenían viendo morir a gente (entre otros espectáculos)... las cosas cambian, asumámoslo".
En ese momento empiezas a disfrutar de donde estas, cuando comprendes lo que ves, para lo que se hizo el monumento y cómo se consiguió construir.
Porque hay paneles que te explican los mecanismos y las técnicas de las que se valieron para erigirlo. 

De varias personas he oído decir que el Coliseo no es para tanto... como siempre, es cuestión de cada uno. A mí me gustó mucho. Quizá porque ya tenía una valoración negativa y puede que fuera con las espectativas bajas, el caso es que no me decepcionó.

coliseo interior























En sus orígenes no se le llamaba Coliseo (denominación que se le puso en el siglo VIII porque en ese entonces estaba cerca la gran estatua de Nerón, representado como el dios Sol [Coliseo = Coloso]), sino que era el anfiteatro Flavio, pues fue bajo el imperio de esta dinastía que comenzó a construirse en el año 72 d.C por el emperador Vespasiano y se terminó bajo el mandato de su segundo hijo Domiciano en el 82 d.C. 

Tenía una capacidad para 50.000 personas y constaba de 4 pisos. Pero eso solo se puede apreciar en una parte del anfiteatro. Su máxima altura era de 50m y su circunferencia tiene una longitud de 527. ¡Casi nada! Pero las catástrofes naturales, como terremotos, y, sobre todo, la mano del hombre, no han hecho posible que se haya conservado muy bien este monumento hasta el siglo XIX en que se empezó a reconstruir y proteger. 
Como curiosidad, desde el año 2000, el Coliseo se ilumina cada vez que se anula una sentencia de muerte en cualquier parte del mundo. 

Una vez que salgáis, no podéis volver a entrar. El ticket que tenéis vale una vez para cada cosa. Pero bueno, una vez fuera, al lado tenéis el Arco de Constantino, que data del 312 d.C. Nosotros lo vimos con andamios y demás así que perdió un poco el encanto. Pero la imagen que he encontrado refleja muy bien lo turístico de la zona


arco constantino

Desde ahí viereis carteles que os indican la entrada o bien al Palatino o bien al Foro.
Nosotros optamos por el Palatino e hicimos bien, porque una vez dentro todo está comunicado, pasas de la zona del Palatino al Foro sin salir del recinto, y luego salimos por el Foro, prácticamente al lado del Foro y del Mercado de Trajano, en la Piazza Venezia, por donde hay más opciones para comer y estás más cerca de todo que si sales por la entrada al Palatino.

Lo dicho, fuimos hacia la entrada y como ya llevábamos ticket pasamos por los tornos directamente, no tenéis que hacer la cola. Una vez dentro, también podéis empezar por donde queráis. Preparaos para andar y patear. Ese día ya estaba hasta de mal humor. Del cansancio que arrastraba de toda la semana, de no haber parado de andar en dos días, de tener que seguir andando con todo el "solipán" en el cogote y el calor que hacía...¡me desesperaba! Pero es lo que tienen los viajes.

ruinas palatino romaAh, consejo: dentro del recinto hay fuentes, potables y con agua fresca. Si lleváis una botella la podéis rellenar, porque dentro os encontraréis a personajes demasiado espabilados que te van a vender botellitas de agua. De forma ilegal totalmente, así que hacen buen negocio. Porque si las compráis en los puesto que hay alrededor de las ruinas... os vais a dejar sin riñón. Así que...una botellita cada uno que podáis recargar ¡y listo! 

El Palatino es la más celebre de las 7 colinas de Roma porque está directamente relacionada con la "leyenda" de Rómulo y Remo ya que se han encontrado restos arqueológicos que podrían ser los que apoyen la teoría de la existencia de los hermanos y la fundación de la ciudad.
Paseareis por ruinas arqueológicas que durante la república fueron un barrio residencial, pero que durante el imperio fueron las residencias imperiales. Y menudas residencias tendrían.
La verdad es que acababa de leerme "Yo, Claudio" y me imaginaba a Augusto y a Livia por ahí andando e intrigando. Y a toda su familia, y resultó curioso y entretenido, desde luego.
Dentro de la zona que es el Palatino también hay un museo al que podéis entrar gratuitamente, no tenéis que pagar de nuevo. Contiene restos arqueológicos y demás, para que no estén a la intemperie.

Y luego continuamos caminando hasta toda la zona del Foro. Es inmenso. Todo. A pesar de los pocos restos que quedan sabes que debió de ser todo magnífico y a lo grande. Os pongo el plano de toda la zona del Foro, con los diferentes templos y demás edificios.

 plano foro romano

Lo he escaneado de la guía que me regaló mi amiga italiana y espero que más o menos os sirva para haceros una idea, aunque la imagen no sea excelente. Como veis, tenéis para rato. Echáis la mañana entera en ver Coliseo y Palatino y Foro. Y creedme que aunque tuvierais más tiempo, tampoco lo querríais. Acabé con unas ganas locas por pillar una silla y sentarme un buen rato seguido.

columna trajano
Así que terminamos la visita y nos fuimos a comer. Al lado teníamos el Foro y la Columna de Trajano. Y fuimos tontos. Porque podíamos habernos colado sin pagar para ver el museo del Mercado, después de comer, porque cuando entramos no había nadie que nos pidiera entrada o nos impidiera el paso. 

Pero como estábamos reventados decidimos ir al hotel a echarnos la siesta y descansar y volver antes de que cerrasen. 
Pues cuando volvimos ya había una mujer pidiéndonos ticket. Así que nos quedamos sin ver el Mercado de Trajano, por dentro. Porque el exterior, el foro y la columna están a la vista de todo el mundo. La entrada creo que eran 6,50€.


En el mercado hubo 150 tiendas, en 3 pisos. Las que se encontraban en la planta de abajo eran las más importantes pero también las que mayor alquiler pagaban. En las de los pisos superiores solían estar, por ejemplo, las tiendas de libros. 


Con respecto al foro, es el más grande de todos los foro imperiales y está delimitado por el Mercado de Trajano, por la Basílica Ulpía y por el foro de César.

plano foro trajano

El lugar de la Basílica Ulpía se reconoce por los restos de sus columnas que separaban las 5 naves. Y detrás de ella había dos bibliotecas, una griega y otra latina, a ambos lados de la Columna de Trajano. La columna consta de 155 escenas esculpidas que narran las victorias de Trajano, en formato rollo. Si os dais cuenta, la columna tiene forma de rollo, como los papiros, que era como se escribía en la época. Era el libro de nuestros días solo que para ellos, en vez de ser rectangular, era cilíndrico.

foro de trajano

La estatua de Trajano que coronaba la columna fue sustituida por una estatua de San Pedro. Por qué no nos sorprenden ya estas cosas a estas alturas. 
Antes, en el interior de la columna estaba la urna de oro con las cenizas de Trajano. Pero en épocas de hambre... lo mismo da qué contenga un recipiente de oro, el caso es que es de oro. Así que un ladrón decidió llevársela. Hoy hay una escalera. 


Y luego solo os quedaría ver el Circo Massimo. Está abierto al público, es como una especie de parque o explanada donde puedes pasear, sentarte en la ladera y contemplar la parte de atrás del monte Palatino, echarte una carrera... Ahí ya depende de cuánto os aburráis :D

Bueno, Roma queda terminada. Soy consciente de que faltan bastantes cosas de las que hablar, así que espero que tengáis más tiempo que yo y podáis disfrutar de todas y cada una, sin prisas, con descanso y como es debido.

¡Arrivederci Roma!

 



martes, 19 de noviembre de 2013

Roma día 2: Vaticano y Trastevere

Estoy aquí de nuevo. Esta vez para continuar con un Estado dentro de otro: El Vaticano.

el vaticano


La visita al Vaticano son dos partes importantes: la Basílica de San Pedro (entrada gratuita) y los Museos Vaticanos (ahí sí te cobran). 

Desde donde nosotros estábamos tuvimos que coger el metro (línea 1 de nuevo) porque de ir andando echábamos toda la mañana y no podía ser. Fuimos hasta la parada de Ottaviano porque es la más cercana a la entrada de los museos.

Para hacer la visita al Vaticano tenéis que planificaros y ver qué queréis hacer. Va a estar lleno de gente, constantemente. Pero tenéis dos opciones: madrugar un poco y entrar relativamente rápido o ir a eso de las 12-13h del medio día, que no tendréis que esperar colas, pero tendréis que ver todo al más rápido.
Depende de vuestra organización para ver más cosas, porque en realidad, el museo cierra a las 18h con lo cual tendríais 2 o 3h para ver todo, y es mucho. Sin embargo, hay zonas que están cerradas y no se pueden visitar así que igual os daría tiempo.

Si os decidís por esta opción, podéis visitar la Basílica antes. Si os decidís por la opción A os recomiendo estar más o menos pronto en la cola. En el dibujo señalé en rojo por dónde empieza y por donde sigue la fila. El museo se abre a las 9h aunque veréis que desde un cuarto de hora antes o así comienzan a entrar grupos que además ya tienen la entrada comprada con antelación.

plano vaticano





















En la misma entrada hay dos posibilidades: los que van con entrada previa o los que la tienen que comprar allí (como nosotros). Para todos son 16€.

Nosotros estábamos sobre las 8,20h y estábamos muy bien situados en la fila. Entramos a las 9 y poco. Porque en cuanto abren las puertas, la cola avanza bastante rápido. Advertiros también de que, mientras estéis esperando, pasarán muchísimos guías que ofrecen visita guiada y pase rápido, es decir, te dicen que no tienes que esperar cola, que vas con un guía y que luego te pasan por la parte de atrás a la Basílica sin esperar. Y te cuesta así como unos 40-45€. ¡Por persona! Realmente, creo que no te merece la pena, pero ahí ya depende de cada uno. Porque dentro te vas a encontrar con la misma gente, y la cola avanza rápido. La única ventaja: que te van contando las cosas. Así que a quien le guste, perfecto.

Una vez dentro podéis ir al ritmo que queráis pero de verdad que hay puntos que son agobiantes. Entra tantísima gente de golpe, tantos grupos...que por muy grandes que sean los pasillos, se quedan pequeños.
Según subís la rampa en espiral (o en ascensor, que tiene asientos forrados y todo) hay unos mostradores y ahí podréis coger un plano donde os indicarán el recorrido y lo que se puede ver.

Hay un patio central, abierto y al que se puede bajar para tomar un poco el sol, comer lo que lleves o, si eres rico, tomarte un algo en su cafetería. 
Y luego son: 

- colecciones de restos arqueológicos: (¡escritura cuneiforme señores/as!)

arcilla escritura cuneiforme

- galerías de estatuas:


galería estatuas


- objetos que todo el mundo desea para su casa, como una bañera para 5:


bañera gigante marmol

- cerámicas y más cerámicas

- nuestro amigo Laocoonte y sus hijos:

estatua laocoonte y sus hijos

- galerías de tapices

- la galería de los mapas: de esta tengo que decir que fue la que más me gustó

galeria cartografica vaticano

- las estancias de Rafael

- los apartamentos Borgia

- la Capilla Sixtina (en la que no se permite hacer fotos):


Y poco más. Ha sido un resumen muy resumido, porque en realidad ahí dentro te puedes tirar fácilmente 3-4 horas y acabas harto de andar a "paso museo", obviamente.
En la Capilla Sixtina no se permite hacer fotos, ni hablar. Y para mí, fue una estafa. De verdad que tienen tan mal organizado lo de la masificación de gente que no se puede disfrutar. Al entrar había un mogollón de gente en el medio y nos hacían circular alrededor. Y pensé: ¿esta es la famosa Capilla Sixtina? ¿De qué? ¿Y la vamos a ver así "entren-pasen-vean-adiooooos"?
Si quieres pararte a verla tienes que meterte en todo el gentío porque tienes que dejar el paso libre, como un camino, para que circule la gente, no puedes pararte en medio según vas andando. Y es inevitable que el tono de la sala se eleve, aun así se pide silencio. Si tengo que ser sincera toda la creación del techo y las paredes era magnifica, si te pones a pensar en el trabajo que llevó y en cómo lo tuvieron que hacer... cómo no te vas a quedar con la boca abierta (a parte de porque estas mirando hacia arriba e irremediablemente se te abre), pero no me llegó. Hacía calor, había empujones, había que hacerse hueco... ¡Y yo no veía al hombre casi tocando a Dios! Fue todo un descubrimiento cuando lo vi ahí en medio.
No me gustaría desilusionaros, solo cuento mi experiencia. Si tenéis la suerte de ir cuando no haya tanta gente, seguramente os guste mucho más que a mí.


Una vez que salimos de los museos nos fuimos a comer: pizza al peso, al estilo perro-flauta sentados en unos escalones enfrente de la pizzería, pero teníamos tanta hambre y tantas ganas de sentarnos que nos dio igual. Y no éramos los únicos.

Y después nos dirigimos a la Plaza de San Pedro, que estaba ocupada hasta la mitad por unas cuantas sillas. 

plaza san pedro

El punto en el que, mirando a las columnas (son 4 filas), se ve solo una, se encuentra entre el obelisco del medio de la plaza y las fuentes. Ese punto está indicado con un disco y mirando desde ahí supuestamente se ve una sola columna y no 4. Nosotros no pudimos comprobarlo porque no podíamos acceder ya que estaban las sillas colocadas. 

Nos sentamos a descansar un poco en los escalones en el lado opuesto de donde está la entrada a la Basílica y, mientras nos tomábamos un café, contemplábamos cómo aumentaba o disminuía la cola para acceder a ella. 
Elegimos el momento perfecto para entrar, porque no tuvimos que esperar más que 2 minutos de cola. Tal cual. Además que pegaba un sol increíble (serían como las 3 de la tarde). Tienes que pasar un control con arcos metálicos y si no vas adecuadamente vestido, no te dejan pasar. Si no te dicen nada, adelante. La entrada, recordad, es gratuita, no así la subida a la cúpula. Pero tras la experiencia del Duomo de Florencia pasé totalmente.

Nada más entrar en la Basílica, a la derecha, tenéis la Piedad de Miguel Ángel. Está protegida por un cristal porque en 1972 un "caballero" totalmente en sus cabales (por supuesto) le rompió la nariz y un brazo a la estatua. Así que ya no se puede ver sin cristal. 

piedad miguel angel vaticano

Esta iglesia me gustó más que el Duomo de Florencia, por dentro. Y me resultaron muy curiosas las tumbas de los papas, a cada cual más majestuosa, más llamativa o más impresionante. Parecía un concurso de "a ver quien la tiene más larga". ¿Cómo? XD. Pero si vais ¡decidme que no es verdad!


basilica san pedro interior

Veréis que hay como unas alcantarillas por el suelo, y en algunas de ellas, si hay luz, se ve que hay sillas colocadas. Puedes echarle mucha imaginación pensando para qué están ahí, hummm.
Yendo por el pasillo central, al lado derecho está la estatua de bronce de San Pedro y es costumbre tocarle o besarle el pie, el que quiera claro, así que veréis que lo tiene desgastado.
Y también podréis contemplar al papa Juan XXIII en un sepulcro de cristal. Hablo literalmente, tienen su cuerpo embalsamado y visible a todo el que se acerque.

Tengo que decir que cuando salimos, había una cola enorme que encima se iba agrandando más, bajo un sol que seguía siendo mortal. Tuvimos una suerte o una intuición, llamadlo como queráis, increíble. 
Y después echamos a andar toda la calle, recto, hasta llegar al Castillo Sant' Angelo. Actualmente es otro museo y creo recordar que la entrada eran 10€, así que no entramos. Pero es muy conocido, quizá por el nombre no, pero sí por la imagen:

castillo sant angelo

Y desde ahí nos fuimos a descansar un rato porque no podíamos más. Nos echamos una siesta de 1h o así, ducha, cambio de ropa y a la calle de nuevo.
Esa noche fuimos dando otro laaaaargo paseo hasta la Isola Tiberina (una isla en medio del río Tiber), que cruzamos para meternos en el barrio del Trastevere. 

trastevere dia

Fuimos a un restaurante llamado Popi-Popi y cenamos rico y barato: un calzzone para compartir (porque era enorme) de jamón serrano, huevo, queso y algo más que no me acuerdo y de postre tarta de queso y nutella...¡sin palabras! Que cosa más buena.
Cuando reposamos un poco fuimos a callejear y descubrimos que es un barrio tipo Huertas pero no tanto de fiesta sino que más "bohemio". Recomiendo un paseo por sus calles, de noche que es cuando hay ambiente, música, terrazas...


trastevere noche

De aquí volvimos visitando plazas, fuentes y monumentos que vimos el primer día, pero de noche y, para variar, acabamos hechos polvo. Sin embargo, merece la pena.
Espero que lo disfrutéis tanto como yo.

Me despido por ahora. ¡Hasta la próxima semana!

sábado, 16 de noviembre de 2013

Roma día 1: centro histórico y Roma moderna

Buonasera, ¡bienvenidos a la ciudad eterna!

Tocaba volver a Italia, esta vez a su capital y, aunque parece pequeña...no os dejéis engañar, porque no lo es. 
Voy a dividir la experiencia en 3 días. En 3 días puedes verte la ciudad bien pero sin ser ocioso. Yo la vi en dos días y una tarde y haber contado con al menos una mañana más hubiera sido un detalle. Pero no pudo ser.
Así que os animo a que calentéis motores y lo cogáis con ganas porque no vais a parar.

Empiezo con la parte de la ciudad más "moderna" y el centro histórico. Nosotros estábamos alojados al lado de la estación de tren y metro de Termini y echamos a andar desde ahí. El camino que hicimos fue básicamente el que hace la línea 1 de metro. 
El metro es un medio de transporte alternativo, igual que la bicicleta. Pero de metro solo tienen dos líneas (1 y 2) y para ir viendo cosas no te merece la pena cogerlo. Para ir al Vaticano, por ejemplo, sí (pero ya llegaremos).
Y la bicicleta...bueno, Roma no es una ciudad llana como Florencia, tiene unas cuestas considerables de las que te quieres morir cuando vuelves después haber estado pateando todo el día, que hasta piensas: "si es que me da igual, me quedo a dormir aquí, en la calle, en ese portal, ¡uy! si parece acogedor y todo"... Y aparte de eso, si en Florencia estaban un poco zumbados, en Roma les dan cien vueltas. Ni automóviles ni motos ni bicis respetan nada ni a nadie, ni entre ellos, y mucho menos al peatón. Si elegís esa opción porque os gusta vivir al límite, pegaros mil ojos más al cuerpo y llevadlos bien abiertos.

Así pues, nosotros empezamos en Termini y pasamos por la Piazza della Repubblica.

piazz repubblica

Antes de continuar tengo que decir que si Roma es bonita de día, de noche es preciosa. Es como ver otra ciudad diferente. Personalmente, me gustaba mucho más que de día.

Desde esta plaza seguimos hasta la Piazza Barberini cuya fuente no vimos porque estaba tapada por obras. Pero no vais a quedaros sin ver lo que nosotros nos perdimos.

piazza barberini

Continuamos por la Via Sistina y llegamos hasta la iglesia Trinità dei Monti. Es una más bien pequeña iglesia situada en la parte superior de las escalinatas que te llevan hasta la Piazza di Spagna.

piazza spagnaRoma es la ciudad de las fuentes, de los obeliscos y de las iglesias. Aquí a la izquierda os he puesto un ejemplo que lo manifiesta. Pero, sobre todo, es una ciudad de iglesias. Y son muy tiquismiquis a la hora de entrar. Cuando entré en este templo vino la mujer encargada de controlarlo, por así decirlo, a decirme que me tenía que cubrir (iba con una camiseta sin mangas, ya no tirantes). Si vais en verano os aconsejo llevar un pañuelo o fular para echároslo por encima por si acaso. Con eso vais más que servidas (menos en el Vaticano). 
Desde la entrada de esta iglesia, al estar en alto, se puede ver la cúpula de la Basílica de San Pedro a lo lejos. Ahí te haces una idea de cuan realmente grande es Roma. Y si miras hacia abajo, ves una gran escalinata llenísima de gente y algún que otro carabinieri paseando, para acabar en la fuente de la Piazza di Spagna.

Es una fuente muy pequeña pero con mucha afluencia, además, de la que bebe la gente. Lugareños, turistas, tipos vendiendo rosas...Yo me quedé asombrada porque a mi ni se me hubiera ocurrido beber de una fuente pública de este tipo, donde cualquiera, si quiere, puede tirar basura, mojarse la cara, mojarse los pies (sí amigos, es una guarrada), ¡y luego beber de ahí! Pues la gente sin ningún problema. Así, si llegados allí tenéis sed y no os apetece que os "roben" por una botellita de agua y no sois escrupulosos, de ahí sale el agua gratis y fresquita.

Desde esta plaza siguiendo por la Via del Babuino llegáis enseguida a la Piazza del Popolo. Esta es más grande, también tiene un obelisco en el centro (que data del siglo XIII a.C. de la época de Ramses II) y su entrada principal, desde o hacia la Via del Corso (una de las calles más importantes de Roma), está flanqueada por dos iglesias gemelas por fuera, pero distintas en su interior.  

piazza popolo

Y seguiiiimos andando. Tomamos la Via di Ripetta y pasamos al lado del monumento que fue el Mausoleo de Augusto. Está en ruinas y no se puede acceder, pero sus restos están en un edificio justo enfrente. Bueno, sobra decir que os van a cobrar por todo. No esperéis entrar en ningún sitio gratis (salvo en la Basílica del Vaticano, ojo, la iglesia, no los Museos Vaticanos).

Pasado el Mausoleo cruzamos el río Tiber por el puente Cavour y caminamos por esa acera hasta llegar al puente junto a la Piazza dei Tribunali. Llegados a ese punto, teníamos el Vaticano a un paso, pero decidimos que mejor nos adentrábamos de nuevo en el centro. Así que volvimos a cruzar el río por el puente Umberto I. 

tribunali puente Umberto I
 
Desde este puente se puede ver también el Vaticano porque ya digo que está relativamente al lado. Seguimos nuestro plan y callejeando un poco, pero poco (siempre con nuestro mapa eso sí), llegamos a la Piazza Navona.

piazza navona1
Esta plaza tiene forma de circo romano porque en su origen fue un estadio construido por Domiciano entre el 81 y el 96 d.C. en donde tenían lugar juegos deportivos combinadas con otras actividades más intelectuales y con actividades de música y poesía. 

fuente cuatro rios navona
En su centro se encuentra la Fuente de los cuatro ríos, que es la obra maestra de Bernini. Las cuatro estatuas de esta fuente son una alegoría del Danubio, el Ganges, el Nilo y el Río de la Plata, de modo que cada una simboliza a Europa, Asia, África y América.

Además, a cada lado de esta fuente central, hay dos fuentes más, en el extremo norte la de Neptuno y en el sur la del Moro.


piazza navona nocheSi no os apetece volveros a patear todo de noche para tener que verlo de otra forma, al menos sí os aconsejo que esta plaza la incluyáis en vuestra ruta nocturna, así como la Fontana di Trevi o el barrio del Trastevere. La plaza está llena de gente y artistas, tanto de día como de noche, pero de noche toma un cariz como más bohemio, más mágico todo. 

paraguas perroContinuamos hacia el Panteón. También queda muy cerca de la Piazza Navona, y da gusto ir callejeando y descubriendo cosas nuevas y distintas. Y tanto que distintas, porque la imaginación de la gente llega a unos extremos que no soy capaz de concebir. Sé que no tiene nada que ver con monumentos, plazas, puentes, obeliscos ni iglesias. Ni con la historia de Roma, antigua o moderna...(bueno con la demasiado moderna tal vez sí). Pero el descubrir que existen paraguas para perros fue algo que me llegó. Claro. Porque es tan útil, tan práctico, con tantas salidas...Todo para que tu perro-rata no se moje su melena al viento y solo por el módico precio de 19€. ¡Es todo un inventazo y superbarato! ...Pues habrá quien se lo compre.

Sea como fuere, llegamos al Panteón. Aunque en su frontón aparezca escrito el nombre de Agripa, no fue este su constructor sino que es obra de Adriano. El que erigió Agripa no sobrevivió al incendio del año 80 a.C. El monumento que mandó hacer después Adriano se salvó años más tarde gracias al papa Bonifacio IV quien lo consagró como basílica, de ahí que también se le conozca como basílica di Santa Maria ad Martirios.

panteon exterior

Lo curioso de este monumento, a parte de lo inmenso que es, es su apertura central de la cúpula (cuyo diámetro es más grande que la de la Basílica del Vaticano, con 43,3m). Ese oculo no se cierra nunca, por lo que el suelo de la nave del Panteón es ligeramente convexa para que el agua que caiga fluya fácilmente hacia un canal que recorre todo el perímetro, recogiendo ese agua y drenándolo hacia el exterior.


panteon interior  

Y por cierto, a este sitio se puede entrar sin pagar y es majestuoso. No os lo tenéis ni que pensar. Además contiene las tumbas de uno de los reyes de Italia: Emmanuel II y del artista mundialmente conocido Rafael.

Avanzamos pues en nuestro pequeño paseo por calles y calles, y entre monumento y monumento y tiro porque me toca y, cruzando de nuevo la Via del Corso, de repente te encuentras con la Fontana di Trevi.
Me encanta esa fuente. Siempre lo ha hecho y como ya sabía lo que me iba a encontrar, me gustó mucho más. Y vuelvo a decir, de noche sobre todo.

fontana trevi panoramica
Para que no os llevéis una decepción os avisaré diciéndoos que no es grande para nada. Entendedme, la fuente lo es, es una mega fuente. Pero la plaza en la que se encuentra no, porque está pegada a edificios que le dan gran sensación de pequeñez. Y, por supuesto, está masificada de gente. A menos que vayáis un día de invierno por la noche en la que haya pocos turistas, siempre la vais a encontrar llena. Pero a mi me mereció la pena. Es preciosa. 

Las fotos sin nadie que os moleste van a ser difíciles pero no imposibles. Como dije en el caso de Florencia, los turistas se hacen la foto y te dejan hacértela a ti como buen turista más que eres. Es como un acuerdo invisible al que llegas con las demás personas: yo no te molesto si tu no me molestas y cuando termine de hacerme la foto te dejo a ti y viceversa. ¡Genial!

Encontrareis a vendedores ilegales de fotos. De estos que van con una cámara tipo Polaroid que os dan la foto en el momento. Hay muchos pero están muy controlados por la policía. Tanto ellos como los turistas que deciden comprárselas. Te pueden meter una multa sustanciosa, así que no os la juguéis, porque hoy en día no tenemos una cámara, sino dos o tres. No te renta arriesgarte.

fontana trevi noche

Supongo que es por todos conocido el hecho de que si tiras una moneda a la fuente mientras pides un deseo, este se te cumple. Bueno pues además también se dice que si tiras otra moneda, quiere decir que volverás a Roma. Pero atención viajeros que hasta hay un modo concreto de cómo tirar esa moneda si queréis volver o hacer realidad vuestros deseos: de espaldas a la fuente, con la mano derecha, tenéis que tirar la moneda por encima de vuestro hombro izquierdo. ¡Y ya está! 
Era muy divertido ver cómo la gente tiraba las monedas como les daba la gana y decir: "uy señora, ¡usted no vuelve!", "uy señor, creo que su deseo de tener un Mercedes nuevo no se cumple", "¡vaya que lástima señora, que su hijo aun no se va a ir de casa!"... y todo lo que queráis imaginaros. Te lo puedes pasar muy bien.

Después ya estábamos hambrientos y cenamos muy cerca de la Fontana en una pizzería llamada Pizza Roma, en la Via in Arcione. Cenamos estupendamente. No era caro y sobre todo, no nos cobraron coperto o tenedor o servicio, como queráis llamarlo. Es decir, que si querías les dejabas propina o no. Las camareras eran muy majas y nos atendieron muy bien y muy amables. Y la pizza estaba 'riconuda'. 
De todas formas, esas calles están plagadas de restaurantes, pizzerías y demás. Tendréis dónde elegir.

Y ya con la tripa llena, haciendo la sobremesa de rigor, echamos a andar de nuevo de regreso al hotel. Reventados. Pero contentos.

Todo este recorrido lo hicimos en una tarde. Si disponéis de un día entero, mucho mejor, porque podréis pararos a disfrutar más tiempo de donde estáis, observar lo que os rodea, a la gente, las costumbres, los paraguas para perros...pues lo típico vaya. 

¡Espero que lo disfrutéis!

¡Hasta dentro de unos días!

 
 


miércoles, 6 de noviembre de 2013

Innsbruck

Ya estoy aquí

Regreso al centro de Europa (¡la diversidad siempre es buena!), a una bonita ciudad del oeste de Austria, situada entre montañas y conocida como la capital de los Alpes o la capital del Tirol: Innsbruck.

Quizá no sea especialmente de vuestro interés por no ser muy grande y no tan famosa, pero la recuerdo con especial cariño porque, de todo ese viaje (en una semana, varias ciudades austriacas y checas), ¡fue el único sitio en donde tuvimos sol todo el día! Merece una mención aquí.

Lo que más me llamó la atención al llegar fue la combinación de: ciudad pegada a unas montañas nevadas enormes + sol espléndido. Y también el contraste entre los lugareños que ese día estaban en camiseta de tirantes (seguía siendo Marzo amigos) y nosotros, que íbamos con el abrigo, la bufanda y las botas de rigor. Fue gracioso la verdad. 

Innsbruck es una ciudad que ves en un día, además de que las principales cosas que visitar están cerca unas de otras y se puede ir caminando perfectamente sin recorrer grandes distancias. 

plano innsbruck

Podéis empezar visitando el Palacio Imperial, que en su día fue la sede de emperadores austriacos y soberanos del Tirol. La entrada son 8€ y podéis ver, entre otras cosas, la Sala de los Gigantes o Riesensaal, los aposentos de los emperadores, la capilla... 

palacio imperial innsbruck interior

Este palacio fue mandado construir por el archiduque Siegmund der Münzreiche, y fue su sucesor, el Emperador Maximiliano I, quien lo amplió. Pero fue gracias a la Emperatriz María Teresa que adquirió el actual estilo barroco que presenta. 

palacio innsbruck interior

Fuera, en frente del palacio, se encuentran los Jardines Imperiales o Hofgarten, por los cuales os animo a dar un paseo para desconectar o simplemente para disfrutar. 

A continuación podéis optar por ir a la Iglesia de los Jesuitas o a la Catedral de San Jakob. 
iglesia jesuitas innsbruckLa Iglesia de los Jesuitas se construyó entre 1627 y 1640 por Leopoldo V y su esposa Caludia  de Medici, los cuales se encuentran entrerrados en la cripta de esta iglesia. Además su torre tiene la cuarta campana más grande de toda Austria. Y, que yo recuerde, la entrada era gratuita. 

En contraste con la decoración de la catedral, se ve que no tiene nada que ver. Personalmente, soy de cosas sencillas, y esta iglesia tenía muchísima luz que le entraba de la cúpula, así que le daba otro punto a favor.

catedral san jakob innsbruck
Por otro lado, está la Catedral de San Jakob o Catedral de Santiago, situada, igualmente, muy cerca del Palacio Imperial. Es una catedral de estilo barroco construida entre 1717 y 1724, encima de los restos de una iglesia gótica anterior.
Vista desde fuera, llaman la atención sus dos grandes torres, idénticas. la verdad es que es un templo precioso. Mucho más recargada que la anterior, pero también más llamaitva e impresionante impresionante. Merece la pena entrar pues, aparte de la suntuosa decoración, también contiene la tumba del Emperador Maximiliano III, que data de 1620.

catedral san jakob exterior

En el plano que os puse al comienzo, otra parada podría ser la Hofkirche o Iglesia del Conde o Iglesia de la Corte. Lo fundamental de esta iglesia es que alberga la tumba del emperador Habsburgo Maximiliano I, y está rodeada de 28 estatuas de bronce (casi nada) que representan a sus ancestros, familiares o héroes. Por lo demás, es muy sencilla, y si no os motiva ver tantas y tantas iglesias…pues bueno, podéis elegir cual visitar y cual no, en función de lo que más os guste.

hofkirche

Continuando desde Hofkirche, andando muy poquito, llegáis a la calle más famosa y principal de la ciudad: Maria-Theresien Strasse.


Esta calle en sus origines, hace 700 años, se encontraba a las afueras de la ciudad y comenzó a ser habitada por gente noble que quería vivir cerca de la clase dirigente, por lo que se llenó de numerosos palacios, alguno de los cuales se ha mantenido hasta hoy, como el Palais Gumpp (que fue la sede del parlamento tirolés) o el Palais Trapp. 

maria-theresien strasse

Es una calle maravillosa, las casas y edificios son de diferentes colores, distintos a los que vemos todos los días y está plagada de tiendas y cafés. Si tenéis suerte de ir cuando haga buen tiempo, podréis disfrutar de la increíble vista y sensación de tomaros un café/té/chocolate sentados en la terraza, con un clima…bueno, fresco pero agradable, y viendo las montañas nevadas de fondo. Es magnífico.

tejadillo de oro
Desde el punto en que entráis a esta calle viniendo desde la Iglesia de la Corte, si tiráis hacia la derecha llegaréis hasta el símbolo de la ciudad por excelencia: el Tejadillo de Oro.


Este mirador fue mandado construir por Maximiliano I en la antigua residencia del archiduque Friedrich IV y está adornado con 2.657 tejas de cobre doradas al fuego. 
Actualmente, el edificio acoge el Museo Tejadillo de Oro dedicado a Maximiliano I.

Si accedéis, podréis asomaros al balcón y ver la vista de la famosa calle desde el punto de vista contrario. No os podéis marchar de la ciudad sin verlo aunque sea desde fuera.
 
 
casa helbing 

Es curiosa la fachada de la "Casa Helbing", situada a un lado del Tejadillo de Oro. Esta casa era un típica casa señorial gótica del siglo XV, mientras que su fachada, que fue decorada en torno a 1730, es completamente de estilo rococó.
Lleva ese nombre debido a un comerciante llamado Sebastian Helbing quien, en el siglo XIX, abrió ahí su famoso café.
Hoy es un edificio de viviendas y comercios que llama muchísimo la atención de todos los turistas.

Al otro lado del mirador dorado se encuentra la Torre de la Ciudad. Yo no entré, pero desde arriba tiene que haber unas vistas que dejen sin aliento. La torre tiene 148 escalones, es asequible, que son 41m de alto. Lo malo es que la punta de la torre solo tiene capacidad para 15 personas. Que bueno, bien mirado, puede ser una ventaja porque no estará tan masificado ni te pisarás ni te pegarás con la gente. 

torre de la ciudad innsbruck

Si por el contrario, una vez que entréis en esta famosa calle, en vez de hacia la derecha, vais hacia la izquierda, la podréis recorrer entera, observando las tiendas y los locales y al final llegaréis al Arco de Triunfo. Este monumento fue construido por orden de María Teresa con motivo del matrimonio de su hijo Leopoldo con la princesa española María Ludovica

arco triunfo innsbruck

Por último, otro lugar importante es el Castillo de Ambras. Se encuentra situado a las afueras de la ciudad, en la ladera misma de las montañas, y alberga colecciones de arte como galería o museo, así como exhibiciones. Para los amantes del sector deberá ser una visita obligada. La entrada son 10€ en temporada alta (de abril a octubre) y 7€ en invierno.

castillo ambras

Como dije, es una ciudad muy pequeñita pero muy acogedora y con encanto. Y si la podéis disfrutar en un día soleado, ¡mucho mejor!


¡Buen viaje!