miércoles, 4 de diciembre de 2013

Praga, la Ciudad Dorada o de las Cien Torres

Bienvenidos de nuevo a otro viaje más. Esta vez toca uno de los lugares en los que menos tiempo estuve y con el que más ganas me quedé de volver: Praga.
A penas estuvimos día y medio y vimos lo "demasiado básico", era un viaje en grupo organizado y no nos quedaba más tiempo, pero lo completaré algo más.

Antes que nada sabed que su moneda no es el euro, es la Corona Checa (1€ = 27,3716 czk), y que ahora me parece que sí se puede entrar nada más que con el DNI, hace 8 años teníamos que llevar pasaporte. 

La ciudad está dividida en barrios, y son 4 los principales, separados dos y dos por el río Moldava. Al oeste: Malá Strana (la Ciudad Pequeña) y Hradčany. Al este: Staré Město (la Ciudad Vieja) y Nové Město (la Ciudad Nueva). 

plano praga

Vamos a comenzar de oeste a este, y por tanto con el Barrio del Castillo.
Esta parte de la ciudad comenzó a construirse en el siglo XIV en el exterior de la muralla del castillo a raíz de cuando éste se erigió.

Es imprescindible la visita al castillo. Es el más grande del mundo y de los monumentos más importantes de la República Checa. Comenzó a construirse en el siglo IX por el príncipe Borivoj, de Bohemia; y desde 1918 el presidente del país tiene instalado allí su despacho.

castillo praga

Está formado por diferentes palacios y edificios conectados entre sí por callecitas. La entrada está entre 9 y 12€ (aproximadamente), en función de la duración del tour que elijáis. La visita larga incluye: la Catedral de San Vito, el Antiguo Palacio Real, el Callejón de Oro, la Basílica y Convento de San Jorge, la Torre Daliborka, la galería de cuadros del castillo, la Torre de la Pólvora y el Palacio Rosenberg. Aun así os dejo el enlace de la página oficial del castillo:


Si quisierais tener una vista de toda la ciudad, podéis subir a las torres de la Catedral de San Vito. La más alta es de 99m y tiene otras dos torres gemelas de 80m. Valientes y deportistas... seguro que merece la pena. 


callejon de oro pragaEn cuanto al Callejón de Oro, es una calle pequeña pero con encanto. Su nombre se debe a los orfebres que vivieron en ella durante el siglo XVII. Pero en sus casas han vivido desde los guardianes del castillo hasta Kafka, pasando por dichos orfebres en el siglo XVI, mendigos y delincuentes en el siglo XIX y artesanos del cristal y otros productos típicos, en el siglo XX.

antiguo palacio real praga
En cuanto al Antiguo Palacio Real, se creó en el siglo IX y era un palacio de madera, pero a lo largo de la historia ha ido sufriendo cambios y, aunque hoy sigue siendo un edificio impresionante, perdió la esencia de su origen, si bien quedan algunos vestigios. 

La Torre Daliborka era una famosa cárcel de la ciudad que comenzó albergando a miembros de la nobleza poco decentes, pero que luego pasó a ser una cárcel más común.

Y en cuanto a la Torre de la Pólvora, se construyó en el siglo XV, siendo parte de la fortificación del castillo, pero terminó convertida en el laboratorio de los alquimistas del rey Rodolfo II, allá por el siglo XVI.  


Seguimos camino una vez terminada la visita, que será larga. Y bajamos hacia el barrio de Malá Strana o Ciudad Pequeña. Se puede ir andando perfectamente, además es cuesta abajo. Esta parte de la ciudad fue fundada en 1257 a los pies del Barrio del Castillo, y tiene la peculiaridad de que quedó intacta tras la guerra, por lo que se pueden ver todavía sus palacios y casas típicas tal cual eran en su origen. Ya hay que tener suerte.
Este barrio está separado de la Ciudad Vieja por el Puente de Carlos (pero luego llegaremos).

iglesia san nicolas mala strana
Importante que ver: la Plaza de la Ciudad Vieja, la Iglesia de San Nicolás, la Isla Kampa y el Monte Petrín. Como mínimo. No hay que confundir esta iglesia con la otra iglesia de San Nicolás que se encuentra en la Ciudad Vieja. 
Empezó a construirse en el siglo XVII por orden de los jesuitas, y es de estilo barroco.
A su torre también se puede subir (son 65m) y en el ascenso hay varias salas a medio camino que también se pueden visitar. Desde arriba se puede ver todo el barrio de Malá Strana y, como curiosidad, durante la época comunista de la ciudad, esta torre fue utilizada por las fuerzas secretas para vigilar las embajadas extranjeras. La entrada no es gratuita, cuesta unos 2,5€.

vistas monte petrin
El Monte Petrín es un lugar de esparcimiento. En él, además de jardines y un laberinto de espejos, se encuentra el mirador o Torre de Petrín, es el más famoso de Praga porque desde él se ve absolutamente todo, pues, aunque solo tiene 60m de altura, se encuentra a su vez en una colina. En total estaréis a unos 200m sobre el río. Notaréis que se parece a la Torre Eiffel, y es que se construyó solo dos años después que esta. Subir al mirador o entrar en el laberinto de espejos cuesta dinero. Pasear por los jardines no. 
Y después, descendiendo en dirección al río llegaréis hasta la Isla Kampa. Es uno de los parques más animados de Praga. Está justo debajo del Puente de Carlos. La isla, en sus orígenes, era el lugar donde las mujeres iban a lavar la ropa, pero también era un sitio conocido por los molinos que el arroyo saliente del Moldava hacía girar. Como nota, sabed que, lindantes con el parque, están algunos de los restaurantes más románticos de Praga. Pero, además, es famoso el Muro de John Lennon. Era símbolo de una protesta pacífica contra el régimen comunista en donde se escribían frases que eran borradas con la misma facilidad que volvían a aparecer nuevas. Es curioso, merece la pena un paseo por allí. 

muro john lennon praga

Dejamos la Ciudad Pequeña y nos dirigimos a la Ciudad Vieja o Staré Město, y para ello, tendremos que cruzar el Puente de Carlos. Es precioso, muy amplio, y con artesanos y artistas callejeros. Es un puente peatonal y seguramente sea lo más famoso de Praga junto con la Plaza de la Ciudad Vieja y su Reloj Astronómico. Tiene 500m de largo y de 10m de ancho. Su construcción comenzó en 1357, ordenada por Carlos IV (de ahí el nombre del puente). Veréis que a lo largo de todo el puente hay 30 estatuas. Una de ellas, la de San Juan Nepomuceno, es famosa por su leyenda: si pides un deseo tocando su base, éste se te concederá. Sabed que el lugar en donde está situada esta estatua es el punto en donde se tiró al río a este personaje que siglos más tarde fue santificado. 


puente carlos praga interior

puente carlos praga vista externa

El Staré Město es, actualmente, la zona más turística de todo Praga y constituye la zona más medieval de la ciudad.
Una vez que paséis el Puente de Carlos para adentraros en esta zona, lo primero que encontraréis será el Reloj Astronómico. Os aconsejo que esperéis a que sea una hora en punto para que veáis el movimiento de las figuras, porque es muy bonito. Este reloj es el reloj medieval más famoso del mundo y otro de los símbolos de la ciudad, construido en 1490 por el maestro relojero Hanus, de quien se dice que, para que no volviera a hacer otro igual, los concejales le dejaron ciego (vamos, unos tipos muy majos ellos). El reloj se encuentra situado en el edificio del Ayuntamiento.
El reloj cuenta con dos esferas: la inferior representa los meses del año y también se ven los signos del zodiaco; la superior es el reloj astronómico propiamente dicho que representa las órbitas del Sol y la Luna. Y, cada vez que es hora en punto, comienza el desfile de las figuras de los 12 apóstoles y otras 4 figuras más: el Turco, la Avaricia, la Vanidad y la Muerte. De verdad que merece la pena quedarse a verlo aunque tengáis que esperar un poquito. Además se puede subir a su torre, que es otro mirador, y no hay que pagar entrada. ¡A qué esperáis!

plaza ciudad vieja
Si no, de todas formas, al lado mismo del reloj está la Plaza de la Ciudad Vieja, podéis estar dando una vuelta y acercaros en el momento justo. Eso sí, igual para entonces está un poco lleno de gente y lo veis peor.
Cuando yo fui, esta plaza estaba llena de puestos artesanales y yo me volví loca. Era todo precioso, original y barato. Al menos en aquel entonces. Es muy típico el cristal (cristal de bohemia) y el ámbar, así como las marionetas. Estas últimas son más caras, pero el cristal no. De verdad que había cosas maravillosas y los ojos se te perdían de unas cosas a otras y no abarcabas todo. Magnífico. Ojala tengáis la misma suerte cuando vayáis.

Lo que veis al fondo a la izquierda, es la Iglesia de San Nicolás, pero la de este barrio. Y a la derecha estaría la Iglesia de Nuestra Señora de Týn. Es una imagen típica de la ciudad de Praga y es su mayor símbolo del estilo gótico. Tiene dos torres gemelas que superan los 80m. de altura.

iglesia tyn praga

edificios plaza ciudad vieja

Dentro de este barrio se encuentra también el Clementinum, que en sus orígenes fue la sede del colegio jesuita y de la universidad. Se fundó en el siglo XI. Primero fue ocupada por dominicos y luego por jesuitas, quienes ampliaron la edificación. Actualmente, alberga la Biblioteca Nacional. Yo no lo visité cuando estuve, pero ahora lo haría. La entrada cuesta unos 8€ y la visita incluye: la Capilla de los Espejos, la Biblioteca barroca (cómo me gustaría verla en persona) y la Torre Astronómica. Esta torre de 68m ofrece una vista de 360º del centro histórico (sabed que el centro histórico de Praga es Patrimonio de la Humanidad desde 1992).

biblioteca nacional praga

Visitado este barrio, solamente queda el Nové Město o Ciudad Nueva. Fue fundado por Carlos IV en 1348 alrededor de tres mercados de la época: el de heno, el de ganado y el de caballos. Es una zona muy extensa, igual de grande que la Ciudad Vieja y el Barrio Judío juntos. 
museo nacional praga interior
Podéis empezar viendo la Plaza de Wenceslao, en donde se encuentra el Museo Nacional de Praga. Esta plaza fue testigo de un acontecimiento importantísimo para la historia de la ciudad, en noviembre de 1989, cuando tuvo lugar una manifestación que inició la Revolución del Terciopelo y la caída del comunismo. 

En cuanto al Museo Nacional, la entrada está en torno a los 5,5€ y quizá solo merezca la pena por ver su magnífico interior, más que por las exposiciones que contenga. 


cementerio judio praga
Aunque no estaba incluido como uno de los barrios de la visita digamos, obligada, el Barrio Judío también puede ser de vuestro interés. Está pegado a la Ciudad Vieja. Y, sobre todo, dicen que impresiona el Cementerio judío. Yo no he estado, pero sí que tiene que ser curioso. Se creó en 1439 y está masificado. Habrá unas 12.000 lápidas pero en realidad se estima que, enterradas, habrá unas 100.000 personas. ¡Qué demasiado!
La entrada cuesta unos 10€ y se puede comprar en cualquier sinagoga judía para que no tengáis que esperar colas en la misma puerta del cementerio. La verdad es que debe ser impresionante, pero entiendo que no a todo el mundo le puede apetecer. Queda a vuestra elección.


Y aquí termina la visita. El recuerdo que yo me llevé de Praga es de una ciudad con encanto, preciosa y acogedora. Aunque el tiempo era muy fresco. Y me encantaría volver en un futuro más bien próximo si es posible.
Espero que la disfrutéis muchísimo más que yo.


vista praga de noche



¡Bonita experiencia!

No hay comentarios:

Publicar un comentario